Los favores en la pantalla existen. No están a la vista del televidente común, o sí, pero en algunas ocasiones es imposible dejarlos pasar.
Si el mundo es un pañuelo, imaginen la parte que le toca sólo a la televisión. Todos los productores, conductores, panelistas y técnicos se conocen. Y cuando dejan de ser conocidos para transformarse en amigos, los códigos se respetan, a veces, por demás.
Este sería el caso de Gustavo Yankelevich y Marcelo Tinelli, amigos y confidentes desde hace años, al punto tal que el estudio de Showmatch en Ideas del Sur lleva el nombre de la hija de Yankelevich, Romina Yan.
Todo parece indicar que entre ambos habría existido una charla íntima en la que el padre de Tomás, Gerente de Telefé, habría decidido “perdonarle la vida” a su amigo. De lo contrario no se explica cómo no se cambió la grilla del canal de las pelotas para darle una dura batalla al conductor de Showmatch, que no pasa por el mejor año.
La fórmula de la gente de Pavón no tenía muchos secretos: Si el éxito de La Voz Argentina hubiera sido programado de lunes a viernes a las 21 para competir directamente con Soñando por Cantar, seguramente el presente del ciclo conducido por Mariano Iúdica hubiera sido otro.
En caso de emitir así a Marley, a las 22.30 estaría en pantalla nada más ni nada menos que el éxito del año: Graduados, el programa que aún Tinelli no pudo vencer.
Y no termina ahí: pegadito a la ficción más exitosa de la pantalla llegaría Dulce Amor, otro gran acierto del canal de las pelotas, que a pesar de perder en competencia directa con Showmatch le brinda cada noche muy buenos números a Tomás Yankelevich y su gente.
¿Por qué no lo hicieron así? ¿Hubiera podido Tinelli competir así? Y en caso de no haber podido vencerlos… ¿Se hubiera bancado Marcelo perder todo el año?
Sea como sea, el prime de nuestra TV hoy podría ser otro. Y por algún motivo que nadie se anima a explicar, seguirá de esta manera al menos por un tiempo.
Exitoina
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